

Pocas discotecas de la costa mediterránea levantan tantos suspiros, recuerdos y añoranzas entre las varias generaciones que la disfrutaron, como la inolvidable Moli Blanc de Jávea. Se encontraba y se encuentra en la carretera del Cabo de la Nao, su nombre y su leyenda van unidos a los veranos de la turÃstica localidad de la Marina Alta desde finales de los sesenta y por sus pistas y sus jardines han bailado y ligado los abuelos de quienes ahora siguen disfrutándola.
El Molà nació de la mano del conocido personaje hostelero, Juan Sendra, "El PegolÃ", que en 1968 la inauguraba como disco-garden, para el turismo incipiente y para los residentes de verano, en su mayorÃa familias de clase media alta de Valencia.
La fachada reproducÃa un molino a tamaño natural y su interior se dividÃa en varios espacios y ambientes con pistas y música diferentes y un espléndido jardÃn muy cuidado, ideal para la charla desenfadada y para intimar y conocerse los chicos con las chicas.
Aprovechando que los padres, siendo verano y estando de vacaciones les daban a sus hijos más libertad a la hora de regresar a casa, en el Molà surgieron cientos de amores de verano y muchÃsimos chicos y chicas se conocieron e intimaron en aquella sala que alcanzarÃa el cenit internacional cuando el diario alemán "Spiegel" la destacó como la mejor discoteca de Europa.
Hacerse amigo de Antonio Vallés "El Pincho" era todo un lujo, porque él, desde su control de la puerta, decidÃa quien pagaba y quien no, un privilegio del que siempre disfrutaban las más guapas del momento sin tener que aguardar en aquellas interminables colas.
Eran los tiempos del ligue con la extranjera, las primeras Vespas y las Bultaco "Lobito", los primeros cubatas en vaso de tubo y cuando el "agarrao" dio paso a los primeros bailes sueltos de la mano del dj Enrique, como bien podrÃan dar fe asiduos incondicionales de la época, como Jorge Saludes, las hermanas Castellvà (Rosa y Pilar), José Luis de Vicente, Cotencha de Vicente, Fernando Maestre, los Cano-Coloma, los Ballester, Jose Manuel Serra, Jose Luis Postigo, Carlos Gómez Inchausti, empresario y propietario del Mongo Di Bongo y su hermana Piluca, Pancho Amutio, el galerista ya fallecido Miguel Agrait y asÃ, tantos y tantos jóvenes valencianos de aquellos felices 70, hoy empresarios y profesionales.
Sendra traspasó la discoteca en 1978 a Guillermo Espasa y con él entró la disco en la década de los ochenta, sin duda, la más fructÃfera e internacional de su trayectoria. Se contrataban djs. Internacionales que pinchaban la última música recién importada de USA y el Reino Unido y desaparecieron los camareros con chaqueta y pajarita. El Molà Blanc se transformó y actualizó en todos los aspectos añadiéndole nuevos atractivos a la aureola que ya la situaba como la número uno de la costa.
En 2006, agotada por el desgaste, Moli Blanc arrojó la toalla, cerró y estuvo a punto de desaparecer, pero nuevos empresarios de Valencia la volvieron a abrir
en el 2011 y desde entonces volvio a dislumbrar la Marina alta con sus fiestas esclusivas y programación de Dj del más alto nivel, tres generaciones han disfrutado y siguen disfrutando de este mitico lugar, Moli Blanc Javea, toda una historia.